Luis Salazar Orsi / Rioja
En primer lugar,
deseo felicitar a la municipalidad provincial de San Martín por tan brillante
iniciativa de promover y organizar un evento sobre el libro y la lectura en San
Martín. Creo necesario resaltar que las iniciativas más rescatables sobre arte
y cultura en las últimas décadas, en nuestra región, han partido casi sin
excepción de Tarapoto. Ante estos hechos —al recibir oportunamente vuestra
invitación en Rioja—, me entusiasmé por el tema del evento, y, por serme
imposible asistir a la cita, he decidido hacerme presente a través de este
texto para que fuera leído entre las ponencias de los escritores que asistan.
He aquí mi opinión, que someto a la consideración de los amables asistentes.
1) Para empezar, una acotación: No soy escritor sanmartinense sino loretano. He venido a residir por un tiempo en San Martín atraído, principalmente, por la bondad del clima, por la excelencia del paisaje y por el singular tesoro que los sanmartinenses guardan en su cerebro, en su lenguaje, en sus danzas, y en sus chambonadas y ocurrencias. Resido en Rioja desde 1996, pero no he dejado pasar la oportunidad de quedarme por temporadas más o menos prolongadas en Moyabamba, Tarapoto, Lamas o Juanjui, y, en estos doce años, no he hecho otra cosa que publicar libros y promover la lectura desde el espacio que me permite la docencia universitaria y la investigación social y humanística.
2) Concuerdo con los organizadores en que la producción literaria en San Martín constituye un problema. Pero estamos hablando de la literatura de creación: de la poesía y la narrativa, es decir, de la que puede servir a los profesores de aula de la región para promover la lectura entre sus alumnos: los niños, niñas y jóvenes sanmartinenses. Creo que en San Martín no es abundante la producción de libros de creación literaria, sin embargo, casi todo lo que se publica adolece de muy baja calidad.
3) Por ello, opino que el problema de la producción literaria en esta región se debe, sobre todo, a la gran cantidad de libros publicados “al caballazo”, es decir, a como dé lugar: sin créditos, sin diagramación aceptable, con textos casi siempre sin corregir, sin índices, y hasta con una cantidad enorme de avisos comerciales, dentro y fuera, en portadas y contraportadas. Encontramos incluso “antologías literarias” donde algunos piratas inescrupulosos publican textos ajenos sin citar el nombre de los verdaderos autores. Lo más sorprendente es que, muchas veces, “libros” de esta ralea son promovidos y publicados con el respaldo económico de instituciones que se supone tienen un prestigio en la sociedad sanmartinense, como universidades, institutos superiores, municipalidades, y otras. Sin embargo, todo queda impune, nadie dice nada. Estamos hablando de la falta de escrúpulos de muchos autores ocasionales o escribidores de domingo, que publican a diestra y siniestra lo que sea, sin miramientos de ninguna clase. ¿Con qué objeto?
4) Pienso que esto sucede porque en San Martín la crítica literaria y la conciencia social armoniosa y honesta brillan por su ausencia. En un contexto así, cualquier mamarracho es presentado en solemnes y costosas ceremonias, en medio de profusos discursos, brindis generosos y palabras de elogio.
5) Son muy pocas, en San Martín, las publicaciones de literatura de creación que merezcan entrar en la alta categoría de libros o textos para promover la lectura en las nuevas generaciones. Sin embargo, existen. Entre ellas, me permito mencionar la producción literaria del escritor Carlos Maktangrunaka, de Lamas. Este autor ha publicado cuatro o cinco libros de poesía y narrativa y varias revistas con categoría literaria como No hay cultura sin lectura, que en marzo pasado ha cumplido 40 años promoviendo la lectura en nuestra región, principalmente en las provincias de Lamas y San Martín.
6) En tal situación, ¿qué podemos esperar de la promoción de la lectura en San Martín?
7) Estimados amigos, seamos honestos: Si queremos promover la lectura entre los niños, niñas y jóvenes sanmartinenses, con literatura de autores sanmartinenses, primero tenemos que saber discriminar entre el grano y la paja, entre la cáscara y la nuez, entre la siki sapa y el washo. Si no podemos hacer esto, entonces tendremos que contentarnos con seguir promoviendo la lectura, en nuestra región, con los textos de Francisco Izquierdo Ríos, o con poesía y narrativa escrita por autores no sanmartinenses.
Gracias por la atención prestada.
1) Para empezar, una acotación: No soy escritor sanmartinense sino loretano. He venido a residir por un tiempo en San Martín atraído, principalmente, por la bondad del clima, por la excelencia del paisaje y por el singular tesoro que los sanmartinenses guardan en su cerebro, en su lenguaje, en sus danzas, y en sus chambonadas y ocurrencias. Resido en Rioja desde 1996, pero no he dejado pasar la oportunidad de quedarme por temporadas más o menos prolongadas en Moyabamba, Tarapoto, Lamas o Juanjui, y, en estos doce años, no he hecho otra cosa que publicar libros y promover la lectura desde el espacio que me permite la docencia universitaria y la investigación social y humanística.
2) Concuerdo con los organizadores en que la producción literaria en San Martín constituye un problema. Pero estamos hablando de la literatura de creación: de la poesía y la narrativa, es decir, de la que puede servir a los profesores de aula de la región para promover la lectura entre sus alumnos: los niños, niñas y jóvenes sanmartinenses. Creo que en San Martín no es abundante la producción de libros de creación literaria, sin embargo, casi todo lo que se publica adolece de muy baja calidad.
3) Por ello, opino que el problema de la producción literaria en esta región se debe, sobre todo, a la gran cantidad de libros publicados “al caballazo”, es decir, a como dé lugar: sin créditos, sin diagramación aceptable, con textos casi siempre sin corregir, sin índices, y hasta con una cantidad enorme de avisos comerciales, dentro y fuera, en portadas y contraportadas. Encontramos incluso “antologías literarias” donde algunos piratas inescrupulosos publican textos ajenos sin citar el nombre de los verdaderos autores. Lo más sorprendente es que, muchas veces, “libros” de esta ralea son promovidos y publicados con el respaldo económico de instituciones que se supone tienen un prestigio en la sociedad sanmartinense, como universidades, institutos superiores, municipalidades, y otras. Sin embargo, todo queda impune, nadie dice nada. Estamos hablando de la falta de escrúpulos de muchos autores ocasionales o escribidores de domingo, que publican a diestra y siniestra lo que sea, sin miramientos de ninguna clase. ¿Con qué objeto?
4) Pienso que esto sucede porque en San Martín la crítica literaria y la conciencia social armoniosa y honesta brillan por su ausencia. En un contexto así, cualquier mamarracho es presentado en solemnes y costosas ceremonias, en medio de profusos discursos, brindis generosos y palabras de elogio.
5) Son muy pocas, en San Martín, las publicaciones de literatura de creación que merezcan entrar en la alta categoría de libros o textos para promover la lectura en las nuevas generaciones. Sin embargo, existen. Entre ellas, me permito mencionar la producción literaria del escritor Carlos Maktangrunaka, de Lamas. Este autor ha publicado cuatro o cinco libros de poesía y narrativa y varias revistas con categoría literaria como No hay cultura sin lectura, que en marzo pasado ha cumplido 40 años promoviendo la lectura en nuestra región, principalmente en las provincias de Lamas y San Martín.
6) En tal situación, ¿qué podemos esperar de la promoción de la lectura en San Martín?
7) Estimados amigos, seamos honestos: Si queremos promover la lectura entre los niños, niñas y jóvenes sanmartinenses, con literatura de autores sanmartinenses, primero tenemos que saber discriminar entre el grano y la paja, entre la cáscara y la nuez, entre la siki sapa y el washo. Si no podemos hacer esto, entonces tendremos que contentarnos con seguir promoviendo la lectura, en nuestra región, con los textos de Francisco Izquierdo Ríos, o con poesía y narrativa escrita por autores no sanmartinenses.
Gracias por la atención prestada.
Tarapoto, 25 de abril de 2008
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Luis Salazar Orsi. Compositor, escritor, investigador y dibujante nacido en Iquitos, Loreto, en 1954. Reside en Rioja desde 1996, donde ejerce la docencia universitaria. Ha publicado libros de narrativa, poesía, música, crónicas de viajes y ensayos sobre arte, literatura infantil, educación y folklore.
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Luis Salazar Orsi. Compositor, escritor, investigador y dibujante nacido en Iquitos, Loreto, en 1954. Reside en Rioja desde 1996, donde ejerce la docencia universitaria. Ha publicado libros de narrativa, poesía, música, crónicas de viajes y ensayos sobre arte, literatura infantil, educación y folklore.
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